Factores Psicosociales y Riesgo de Lesión

La aproximación biopsicosocial en la actividad deportiva es cada vez mas frecuente. Es fundamental una aproximación multidisciplinaria tanto en los entrenamientos como en la aproximación a las lesiones deportivas.
La ocurrencia de una lesión no solo implica un daño físico, implica un duelo y eventualmente un daño en la dimensión psicosocial del deportista. Frente a la lesión se debe interrumpir la rutina de entrenamiento y competencia, es así como la vida cotidiana se ve afectada donde el deportista debe reemplazar, todas aquellas horas de entrenamiento e interacción social con sus compañeros de equipo, por horas solitarias donde se siente marginado, temeroso e incierto con su futuro deportivo.
Son diversos los estudios que nos muestran la relevancia de los factores psicosociales en la prevención y recuperación de lesiones. Es así como los factores de estrés ya sea deportivo, personales y/o sociales han sido considerados factores de riesgo de las lesiones deportivas (Andersen y Williams, 1988). Por otro lado Ivarsson, Johnson y Podlog (2013) demuestran la relación entre ansiedad precompetitiva y la predisposición a lesiones.
Es decir un deportista que se encuentra estresado y a su vez siente que las demandas deportivas son mayores que sus capacidades percibidas tenderá a una disminución en su autoconfianza, presentará interferencia cognitiva y emocional, lo que podría repercutir directamente en los procesos de atención y concentración, en la coordinación motora, en la toma de decisiones adecuada generando una propensión a las lesiones desde una dimensión psicológica.
Una autoevaluación positiva, confianza en la percepción de las propias capacidades, planteamiento realista de objetivos, la sensación de bienestar general en las diferentes dimensiones vitales, así como espacios de contención y apoyo son fundamentales en el óptimo rendimiento deportivo y ejecución de técnicas y tácticas adecuadas que disminuirán consecuentemente el riesgo de lesión.
Resulta relevante considerar al deportista en su globalidad como ser humano, integrar los aspectos psicológicos y sociales, centrarnos en la persona y su entorno. Debemos recordar que todos somos diferentes y las circunstancias nos afectan en forma diversa, por lo que es necesario, una aproximación integral en la actividad deportiva, favorecer los procesos de comunicación globales, abiertos y basados en la confianza y la integridad de la persona. Solo así podremos actuar no solo en la prevención de la salud mental sino también favorecer los procesos deportivos y la consecuente prevención de lesiones y todo lo que estas implican para un deportista desde una dimensión biopsicosocial.